domingo, 26 de julio de 2009

El Viaje


Si somos sinceros con nosotros mismos, admitiremos que no estamos cerca de ser perfectos. Pero eso está bien. Ser perfecto no es la razón por la que estamos aquí (pido disculpas a mis amigos de Virgo). Más bien estamos aquí para trabajar por convertirnos en la mejor versión posible de NOSOTROS MISMOS.

La elección que debemos hacer es si deseamos o no movernos en la dirección de ser esa persona. Y luego debemos mantenernos en el camino.

En un barco, habrá tormentas. Habrá olas. Habrá veces en las que sientas que no te estás moviendo porque el agua está muy tranquila. Pero mientras estás en el barco, sabes que vas a algún lugar.

En otras palabras, mientras estamos en el camino progresamos, aunque no sintamos el movimiento. El trabajo continúa, lo sintamos o no. Mientras somos constantes con él, tenemos nuestras oportunidades de luchar y crecer. Si nos mantenemos fuertes y comprometidos con el camino, tenemos el éxito asegurado. Sin duda alguna.

Pero no podemos sentir que hemos llegado allí o que nunca vamos a llegar.

Sentir que ya has llegado o que nunca llegarás te empujará fuera del barco, que seguirá navegando sin ti. Y créeme, hay suficientes oportunidades para los desafíos, gracias al calendario de la vida. No tenemos "vacaciones" del universo. Pero sí debemos desconfiar del ego, que nos dice:

"Ya he llegado".

O

"Nunca llegaré".

Ambas son escapatorias. Conozco a muchos estudiantes que luchan contra la voz de su Oponente, que intenta convencerles de que no necesitan comprometerse con este camino. A veces la voz en nuestro interior nos dice: "Ya he llegado allí, así que no tengo que trabajar tan duro" o "Nunca lo conseguiré, así que no lo voy a intentar". El miedo al fracaso es sólo una excusa para no tener éxito. Caeremos. Ocurrirán incidentes. Habrá batallas. Y las únicas batallas que nos debe dar miedo librar son aquellas que sabemos que no ganaremos.

Necesitamos saber que vamos a ganar. Algunas de las batallas deben perderse, simplemente para que no pensemos que hemos superado algo. Hay muchas razones por las cuales nuestro Oponente viene en contra de nosotros. Pero, de nuevo, si permanecemos en el camino, podemos estar seguros de que tendremos éxito.

Esta semana, debes saber que estás embarcándote en el barco que te va a llevar a tu destino, a pesar de los muchos retrasos y tormentas a los que te enfrentes. Mientras sigas comprometido a permanecer a bordo, llegarás allí.

¡Que tengas un buen viaje!
Todo lo mejor,

Yehudá

sábado, 11 de julio de 2009

Esculpiendo tu realidad



Un amigo compartió conmigo noticias difíciles acerca de su familia. Su pariente cercano estaba experimentado lo que “parecía” ser el comienzo temprano de un desorden debilitador del cerebro. Aún no había un diagnóstico médico y, sin embargo, él y su familia estaban ya proyectando lo peor.

En mis conversaciones con esta persona, le dije lo peligroso que es sentarse por ahí a discutir lo mal que están las cosas, o que van a estar. Las palabras y los pensamientos tienen poder. Estaba pensando cuan a menudo el Maestro me enseñó, “nunca dejes a las cosas negativas entrar en tu mente o salir de tu boca”.

Él no quería decir que debiéramos ignorar. Él no quería decir que no sintiéramos dolor. Él quería decir que debemos hacer nuestro mejor esfuerzo para inyectar pensamientos y palabras positivos en las situaciones. La manera en que pensamos acerca de las cosas, y la manera en que hablamos de ellas, les permite manifestarse.

En el nivel espiritual, la energía viene a este mundo sin forma. Piensa en ella como el barro crudo antes de que el escultor le haya puesto las manos encima. Nuestras palabras y pensamientos son las manos del escultor, dando aspecto, forma y dimensión a nuestra realidad. Nosotros completamos la manifestación.

Yo escucho a la gente hablar todo el tiempo de sus dificultades, de lo mal que están o van a estar las cosas. Espiritualmente, esto es un problema porque nuestras bocas forman la energía, de una u otra manera. Cuando somos reflexivamente pesimistas, corremos el riesgo de crear manifestaciones incambiables -Bueno, nada es incambiable - pero al menos manifestaciones mucho más difíciles de lo necesario.

De hecho, si tienes un sueño deberías decírselo sólo a alguien que sabes que te ama de verdad. Como la energía, un sueño es Luz no manifestada. Aún si se supone que debe ser una bendición, puede ser deformado por nuestros pensamientos y palabras, o por todo aquello que nos rodea. Por lo tanto, es muy importante mantener nuestras palabras y pensamientos tan positivos como podamos en cualquier situación. Y, desde luego ser conscientes de no estar cerca de gente que no hace otra cosa que inyectar dudas e incertidumbre.

Otro ejemplo se remonta a miles de años atrás al reino del Rey Yoshiyahu. Él estaba viviendo levantamientos tremendos en su nación, y quería escuchar directamente del Creador qué hacer al respecto. Como a menudo sucedía, él fue en busca de un profeta,canal, que podía traer profecías de los mundos superiores. En ese tiempo los mejores eran el profeta Jeremías y la profetisa Huldá. Después de mucho deliberar, el rey envió a su mensajero para que le trajeran el mensaje de Huldá, a pesar de que Jeremías era un profeta más famoso. Su decisión se basó en el principio kabbalístico de que las mujeres son, por naturaleza, más amables y compasivas. El Rey sabía que toda profecía se forma por la esencia del profeta, y sabía que cualquiera que fuera el mensaje que les estaba siendo enviado desde los mundos superiores sería una manifestación más positiva, si ésta era canalizada a través de una mujer.

Es la misma idea. Cuando entendemos que así como la energía desciende, alguna positiva y otra con desafíos en ella, así también la forma en que nosotros y los que nos rodean hablan y piensan de la situación empieza a formar dicha situación.

Por lo tanto, debemos ser conscientes del peligro del habla y de los pensamientos negativos, ya que se relacionan con nosotros y con las personas que dejamos entrar en nuestras vidas.
Entiende el poder que tus palabras y pensamientos juegan en manifestar tu realidad Entre mas conciente eres, mejor será el resultado para ti y quienes amas. Si estás en verdad luchando con esto -como todos lo estamos- entonces acércate a alguien que sabes que inyectará optimismo y te ayudará a fortalecer tu visión. Este intercambio puede ser crucial al influir positivamente en tus bendiciones.

Michael Berg

viernes, 3 de julio de 2009

Ego



Viernes 3 de julio de 2009




Fluyen Bendiciones
Quizá hayas experimentado momentos en tu vida en que, a pesar de hacer todo el esfuerzo "correcto", los resultados aún no se manifiestan ¿Por qué sucede esto? ¿Es porque no lo merecemos? ¿O tal vez no hemos hecho suficiente para ganárnoslo? Estas son preguntas que todos nos hemos hecho en uno u otro momento, y la respuesta es simple. Muy a menudo nos hemos ganado las bendiciones, pero estas no pueden fluir a nuestra vida porque simplemente hemos dejado una barrera entre nosotros y esas bendiciones. Está barrera se llama ego.
Permíteme explicar. Así como el agua fluye hasta el nivel más bajo, así también, las bendiciones fluyen hasta el nivel más bajo. Esto significa que cuando nuestro ego es elevado, estamos en un lugar distinto al de nuestras bendiciones y, por lo tanto, ellas no pueden permear a nuestras vidas.
Ahora, hablemos por un momento de esta palabra "ego", porque la usamos todo el tiempo pero no siempre sabemos lo que significa. Ego significa que pensamos que somos mejores que alguien. Quiere decir, por lo tanto, que podemos enojarnos o exasperarnos con esta persona y tratarla mal. Entraña, entonces, que podemos estar celosos cuando alguien tiene más de lo que nosotros tenemos, y podemos hablar indebidamente de ellos y desearles mal. Significa que podemos rechazar a la gente que consideramos insignificante e indigna de recibir nuestro tiempo y nuestro amor. Estas son las señales que delatan el ego.
Ego es lo que nos permite tratar a otro ser humano sin respeto ni dignidad humana.
Es por ello que queremos estar involucrados en un proceso constante para disminuir nuestro ego. Podemos trabajar día y noche para revelar Luz y bendiciones a través de nuestro trabajo y acciones de compartir, pero para que la Luz fluya a nuestras vidas desde arriba (por ejemplo, prosperidad, claridad, salud, paz), debemos bajarnos y tratar a todos con cuidado y consideración.
Todos los días, cuando nos despertamos, la pregunta que nos queremos hacer es, "¿Qué haré hoy para permitir que mi ego disminuya?". Cuando ésta sea una verdadera prioridad, las bendiciones que están listas para venir vendrán. No hay duda al respecto.
Me siento obligado a abordar esto ahora porque me duele pensar cuan a menudo nos saboteamos a nosotros mismos. Trabajamos tan duro para despertar bendiciones sólo para bloquearles la entrada a nuestra vida a causa de nuestro estúpido ego.
Esta semana, enfócate en cómo tratas a la gente. Date cuenta cuando estás siendo desdeñoso, cruel o celoso. Trabaja en ser más gentil y considerado y ofrece a cada una de las personas que se atraviesen en tu camino un mínimo de dignidad humana. Pero por favor no hagas esto porque es "la cosa espiritual que hay que hacer" o por ser "una buena persona". Hazlo porque en tu corazón sabes que esto eliminará la barrera entre las bendiciones que has creado y tú.